Todos los días cuando hablo con él acaba asomando un gato -parece un saco- acostándose en la pared de la pantalla blanca y/o rezumando ZzzzZ ¿xxxx? por doquier. Nos cruzamos, parece, solo para contarnos el sueño que arrostramos, la cadencia de los días agostados, y después siento la niebla avanzar en emboscada hasta el fuerte de mi cama...
Os propongo el ritmo de la primera canción
La vida es un pacto tácito entre nacer y morir, una esquirla que nos desangra apenas nacemos y culmina su obra con la última gota así que ... mientras tanto ¡Disfrutad de la música y de la literatura!
¡Que nos quiten lo bailado!
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