domingo, 16 de febrero de 2020

Analepsis por San Valentín

Esta mañana tuve un episodio de analepsis, y conste que no os estoy contando una película, todas mis relaciones pasadas -y las de mis familiares-se presentaron de pronto, esto es sin aviso previo, porque de haberlo sabido yo hubiera salido huyendo de mi estado de duerme vela.
Supongo que una extraña velada de San Valentín al removerse en esa materia neblinosa de la noche se oxidó de tal manera que acabó conmigo persiguiendo a Cupido mientras este agitaba una caja de leche. No sabía yo que tuviera tanto tino con la fusta ( tendré que probarla). Al abrir el ojo decidí inaugurar la línea de mis desatinos...A mi prima Engracia el Amor la enroló en la marina como a una pescadilla desprevenida, fue una caída del barco tres años después lo que la despertó por esnucazo. A Raúl, mi cuñado favorito, se le declaró Cupido la noche de viernes santo entre capuchones violáceos  y silencio. Aún tengo mis sospechas de cómo se encontraron entre tanta túnica , cíngulos, cadenas . ¡Claro que siendo un dios! A nosotros nos visita intermitentemente y en el medio tenemos a un amigo gritando ¡Organización! ¡Organización!
Analepsis, contigo podría hacer una performance.

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