lunes, 30 de marzo de 2020

Atmósferas controladas


Oigo los coches que me mueven deslizando el agua de la lluvia. He bajado las persianas, pero aún así, cuando miro de reojo la cortina imagino la luz moribunda de las farolas desdibujándose como las hojas -cada vez más ocres- bajo los goterones. Cualquiera diría que andamos otra vez al ¡Agua va! A veces estoy por sacar la cabeza del balcón y mirar para arriba.  ¿Hay alguien ahí con una regadera? Llevábamos días encapotados igual que en una de esas atmósferas únicas de Prada Poole. Hasta ahora nunca me había planteado si vivía en un agujero de gusano, en un entorno artificial, incluso cuando pienso en la naturaleza porque;  ya no quedan árboles que crezcan más de dos metros y medio en los paseos, ni selvas de parque que evoquen el gótico de las fantasmagorías, el marasmo de dedos en la umbría que persiguen tu silueta mientras caminas. No quedan arboles salvajes en las ciudades, lo único auténtico son las ratas que recorren los suburbios y alcantarillas. Las ratas acabarán pinchando nuestra burbuja de felicidad, el camino de túneles con atmósfera controlada, el subterfugio donde nos hemos recluido.


sábado, 21 de marzo de 2020

Coronar la virulenta Primavera


No sé qué decirte, se me mueren los versos de frío en los labios ...


                Poesía para Coronar la Primavera...

domingo, 16 de febrero de 2020

Analepsis por San Valentín

Esta mañana tuve un episodio de analepsis, y conste que no os estoy contando una película, todas mis relaciones pasadas -y las de mis familiares-se presentaron de pronto, esto es sin aviso previo, porque de haberlo sabido yo hubiera salido huyendo de mi estado de duerme vela.
Supongo que una extraña velada de San Valentín al removerse en esa materia neblinosa de la noche se oxidó de tal manera que acabó conmigo persiguiendo a Cupido mientras este agitaba una caja de leche. No sabía yo que tuviera tanto tino con la fusta ( tendré que probarla). Al abrir el ojo decidí inaugurar la línea de mis desatinos...A mi prima Engracia el Amor la enroló en la marina como a una pescadilla desprevenida, fue una caída del barco tres años después lo que la despertó por esnucazo. A Raúl, mi cuñado favorito, se le declaró Cupido la noche de viernes santo entre capuchones violáceos  y silencio. Aún tengo mis sospechas de cómo se encontraron entre tanta túnica , cíngulos, cadenas . ¡Claro que siendo un dios! A nosotros nos visita intermitentemente y en el medio tenemos a un amigo gritando ¡Organización! ¡Organización!
Analepsis, contigo podría hacer una performance.

Algun día nos lo contaremos todo. Película

Cada vez me interesa más el cine alemán en cuanto a sus directoras y guionistas toca.   Con " Algun día nos lo contaremos todo" no...