¡Se traspasa Don!
la emoción me conquista como si yo fuera su caballero bobo montado en un corcel cuya espada sean las letras que expulso al ritmo que marca mi proboscide. Confieso que me cuesta bastante leer, la verdad, tomé abono de pañuelillos y reparto dos estornudos por el precio de uno, amén de que lloriqueo con la ternura de un niño, sin pausa pero sin prisa, con la ventaja de que no gimo sino es estrictamente preciso.
No aconsejo darme la mano, pues ya sabemos del apremio con que la nariz noble reacciona, y que el gesto más común atendiendo a este ruego es intentar detener la explosión, en vano.
Hago saber al que se acerque que le pongo perdio. Mas como muchos se quejan de falta de inspiración, aquí estoy yo, con este santo remedio, que al tiempo que estornudas te compones unos versos o te da por escribir en el diario unos esbozos entre velas y pañuelillos, los ojos llorosos de elocuencia, ¡¡¡Tremenda!!!.
No es sufrimiento lo que conllevan estas dotes para salvar cualquier texto por intrincado que resulte. Algunos lo llaman alergía, pero ¡Qué más quisieran tener el don de la explosión, del chorreo de palabras como Achús o Jesús!
Lo único ... que como yo ya estoy tan servido, saturado me encuentro de tanto torbellino de emoción y por tal motivo digo:
Si conoces alguien interesado, por favor, dile que traspaso esta extraño efluvio que dotará a sus letras de entusiasmo, sin barreras de contención.
El autor del cuadro es José Massa Solís, constructivismo lírico cromático, de Miajadas, Cáceres.
3 comentarios:
Pues va a ser que no me interesa esa clase de inspiración, ja, je. Por lo que veo esta primavera ataca por todos los frentes, con lo que me gusta y me trae loca. Ahora si, te aseguro que con estornudos o sin ellos, a ti te sobra inspiración. Besitos y espero que pronto te olvides de los pañuelos.
Me acuerdo del viejo dicho: Si el trabajo es salud, ¡viva la tuberculosis!, pues bien: Si la alergia nos dota de inspiración, pues viva la falta de inspiración y...¡qué se le va a hacer! a quien le toca le toca. A esperar las lluvias del verano.
Creeme que lo siento, Mimí.
Un abrazo.
Gracias a los dos, la verdad es que la alergia le pone a uno a vivir pero en otra dimensión, y no se la recomiendo a nadie, es más, como digo en el anuncio: Se traspasa.
Abrazos calurosos
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