¡Amor! ¡Amor!
¡Amor! ¡Amor!
Irrumpes en las sábanas descolocadas y silbas en mi oído el último hálito de oscuridad.
-Es tarde, ya amaneció.
El calor que tu cuerpo exhala se despide de mi, te persigue rumboso y susurrante por la alcoba, izo mi brazo y rozo la estela de tu olor, las gencianas se desperezan estirando sus pétalos. Muda la cortina aprovecha para mudar de color; blancas, alpinas, detrás se vislumbran las cumbres del Teleno.
-¿Me dejas? ¿Dónde te vas?, -ya sé que no me escuchas, rechinan los esquis abrazados al resto del equipo en la moqueta mullida y silenciosa del pasillo.
Una pareja se despide frenética en la otra habitación, los suspiros deshielan el casquete polar al ritmo vertiginoso que la cama se azota hirviendo a la pared, el cabecero jocoso emite un jaja jaja jaja ¡ja!
Y tu regresas ausente a mi pensamiento en una nube de cielo cantueso, miras por el ventanal y la sonríes, le haces gestos sutiles con el dedo.
Los copos se balancean como danzarinas a puntas de pie, -y antes de posarse se observan en mis pupilas-, albinos a través del vidrio pegan sus manitas frías, abren los dedos, los ojos y la boca y se derraman en cristales fundidos como notas acusosas distendiéndose, frotándose al calor que los difumina.
Efímeros y preciosos, se despiden en ese llanto de cuerda violín.
-¿Cómo no lo comprendí antes?-. Me abrazo al almohadón que se resiste a mi énfasis y de un salto abro la balconada. Azul tu silla jalea al teleférico, se columpia en un ris ras ansisoso, escala las sierras de los picos y tiembla deleitosa ante la promesa de la cima.
Siempre tu amante escondida tras la nitidez del cristal, y yo en la más evidente oscuridad .
Más viajeros a cuestas con sus relatos.... en casa de Gus
La imagen de la mujer de Matilde Alonso
La pintura es de Edward J.Reed
13 comentarios:
Unas sensaciones matinales después del deseo amoroso, ambiente frío fuera, dentro entre pareces pasiones, la nieve y la cumbre le esperan, y ella queda detrás de los cristales empañados por su aliento.
Mimí, poema palabra a palabra, más que narración, potencias cada letra y en ellas nos detenemos, nos posamos, si ansiamos captar la escena descrita a golpe de vocablo y de sugerencia. !Salve! besitooos
Un intervalo necesario en la pasión del amor, que viene a ser sustituido por otra pasión, por otro amor, la pasión por las cumbres nevadas, el amor a deslizarse por ellas con los esquis, mientras ella espera tras los cristales humedecidos por los copos de nieve ya fundidos.
No sé si es poesía, pero desde luego es prosa poética todo tu relato.
Un abrazo.
Intensas sensaciones hiladas hábilmente entre nieve y gemidos!
Un abrazo.
Ese amor que se separa de día para encontrarse con más fuerza por la noche. Tal cual, como la misma poesía.
Bikiños
Amor dividido, dos pasiones a la vez, pero por mucho que ame a la montaña, ella le tiene cada noche a su lado. Me gustó tu forma de contarlo, es como si te deslizaras suavemente, como él lo hará por las suaves montañas. Besitos.
No,no,simplemente la necesidad de renovar aire en los pulmones para volver con nuevos brios.
cariñitos
Muy bueno tu relato.
Lo has creado con enfoques... y me ha resultaado su lectura, muy interesante y muy fluida. Me recuerda el habil uso de la metáfora a Vicent Verdú.
Yo me despierto de un modo paulatino. Antes de haberme movido, mi pensamiento abarca mi propia realidad.
Y de pronto, en ocasiones, se ha formado una certeza.
Tésalo
creo que en alguna ocasion te cmente, lo hablamos, de estoy seguro, a cerca de que en las descripciones eres una genia...mas que a veces te perdias en ellas y que mataban la accion....pues bien...hoy, en este relato la conjuncion no es que sea perfecta....es sencillamente conjuncion amorosa....
muy buena esta particpacion tuya, mimi.
mil besos.
no etsá mal, igual muy glaseado para mi gusto, pero está bien.
Pues a mi me ha parecido una preciosidad, un poema de amor escrito en prosa, una metáforas que te hacen envolverte en ensoñaciones mágicas, creas un ambiente perfecto para el tema propuesto, y el amor romántico tan ensalzado, luego puesto en segundo plano por el amor a la montaña, a la nieve, al deporte, perfecto en todas y cada una de sus palabras, sublime en cada uno de los sentimientos transmitidos, puede que Jordim necesite una lectura más simple y sencilla que la escritura creativa, trabajada y llena de matices que tú haces, jeje, lo siento, es que me parece que comentar algo así ante un relato como este es tan ... vale, vale, me ato los dedos, creo que supones que me ha encantado, no?, miles de besosssssssssss.
Estoy en proceso de encontrar al famoso Vicent Verdú para interrogar a sus metáforas con disimulada indiferencia, Tèsalo, pero me ahorraría tiempo si me envías alguno de sus textos o enlaces donde se encuentren las susodichas parrandistas.
¡Salve, Natalí!
Bienvenidas sean tus palabras igual que tus alas gráciles de mariposa.
Pepe, los intervalos aumentan la intensidad de los encuentros siempre que no se dilaten demasiado.
Neo, esperemos que el texto nos done algo de su énfasis, jejeje.
Xose Antón: el amor no tiene ni día ni noche, sólo ansias y ausencias.
Pepi, y a mi la fidelidad de tu presencia, y mira que últimamente le debo visitas a todo quisqui.
Idas y venidas en el amor, ausencias para retornar al lado del ser amado.
Precioso blog al que me suscribo
El esquí y el amor a veces comparten implementos de costumbres y cimas. El telesférico la danza, cristales o parasoles, lentes que ocultan o mejoran la vista, cabeceras de cama que sirven de mojones, casquetes helados o erupciones volcánicas. precioso Mimí, un beso!
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