jueves, 1 de agosto de 2024

Goya el 16 de abril

Vuelve de nuevo



"El sueño de la razón produce monstruos"
Desde que lo descubrí me fascinó por ese lenguaje tan periodístico de sus retratos. No hay en él ninguno de los eufemismos de nuestra época. Se trata de un cronista que tatúa en el papel la realidad e incluso ve más allá. Vivió la luz, el esplendor de su época y bajó al averno de la condición humana; nada más oscuro, más descarnado, un lugar en que ni siquiera palpita la sangre.
Testigo, testimonio, documento gráfico de la barbarie en contraposición a nuestras post verdades y subterfugios.
Si pudiera hablar con él en persona solo le diría una cosa: GRACIAS

miércoles, 31 de julio de 2024

Verano Vacaciones y Camino

Es extraño retomar la actividad en estos pagos, un 31 de julio, un caluroso 31 a la luz de las farolas, mientras los chavales parlotean animados de regreso a casa, la familia pasea al perro emocionado y la pequeña le increpa para que salga ya del parque, de jugar con sus congéneres y regrese junto a ella. No es tarde, tampoco pronto. Los horarios de verano son mutantes, y están condicionados por el bienvenido anochecer que, promete -quizá-, algo de brisa y un paulatino descenso de la temperatura. Regresan en bandada y con mochila los que, después de la piscina, se toman unas tapas entre zumos y mostos, aún quedan los amantes de las jarras de kalimocho, los ochenteros o vintageros. La época estival es un promontorio al que corremos desde finales de septiembre, descontando los días, tachando la maleza en el calendario,reservando alojamientos, arañando los ahorros de la inflación en cuesta desde el 2023, el 2024. Corremos deseando salir de entre las 4 paredes del trabajo, de respirar aire puro, de enamorarmos de un paisaje virgen, de los árboles y la carretera que nos traslade de región, de tiempo, de gente distinta, de pieles diversas, de lenguas extrañas. El verano no es sino un sueño, la emulsión de un caleidoscopio de colores e instantes entre el pasado y el porvenir. Una riada de peregrinos en busca de su compostelana que, circunnavegan en el interior de sus océanos, buscando el sentido entre la bravura del oleaje de sus emociones, en el arte, en el cansancio y el hallazgo de su propia talla humana.

viernes, 18 de agosto de 2023

Algun día nos lo contaremos todo. Película

Cada vez me interesa más el cine alemán en cuanto a sus directoras y guionistas toca. 

 Con " Algun día nos lo contaremos todo" nos adentramos en el mundo rural de 1990, visperas de la reunificacion alemana. Esa fusión de conceptos ya de por sí me parece muy interesante. La autovisión de Alemania sobre su preponderancia ha impedido, desde la época nazi que nos muestren con una mirada de amor la vida en el campo. Esta es la primera vez que podemos atisbar un mínimo de encanto en la vida rural que, sin embargo, no está exenta de critica de forma subliminal. Si esta fuera la mesa familiar de un francés la comida tomaría un primer plano, y el queso acabaría seduciendonos per se., pero aquí una comida familiar solo es un pretexto para otras cosas y pesan más las nubes preñadas de vida que acompañan la existencia de la joven Marion, que las grosellas que calientan su garganta.  

Algunos dicen que el final es predecible, yo creo que no, aunque si sucede de una forma muy abrupta y me temo que puede ser un lapso de montaje por tiempo y presupuesto más que por guión, pero habría que leerlo para valorarlo. A pesar de ser una historia minimalista los puntos de giro irrumpen siempre abruptamente en la vida de Marion. Vive en el campo, en el pueblo de al lado suyo con los padres de su novio. Ambos acaban ese año el instituto pero a ella le apasiona leer, sólo que no siente pasión por las obligaciones académicas. Y un día su estabilidad se rompe cuando descubre en las manos del vecino la tormenta del deseo de lo prohibido., él es 20 años mayor...


 Me interesa la construcción de la realidad que, en su mayor parte, solo ocupa 3 espacios y nunca decae el interés que genera. La prospección sobre unos sentimientos que percibimos nítidamente sin recibir ninguna confirmación hasta el desenlace. Su historia convierte al espectador en cómplice de los truenos y relámpagos que se ocultan bajo la placidez de un sol diáfano y la rutina de la vida familiar. 

 Destacaría la creación del personaje protagonista masculino por su veracidad, el campo nos vuelve rudos, la soledad nos esculpe a hachazos, y las tragedias de la infancia son parte del bagaje, del lastre para la construcción del futuro. He degustado esos planos medios de casas solariegas con el sabor a antaño, el revolotear de las cebadas maduras al paso de Marion, las maderas agrietadas por el tiempo que se impregnan de poemas como " Somos los caminantes del destino " o " La noche me borró silenciosa".

 Ahora, después de reflexionar sobre todo esto y darme cuenta de que la guionista, quizá también impregnada por el embrutecimiento del campo decidiera darle un hachazo contundente a la resolución del filme. Poemas Rotos



miércoles, 16 de junio de 2021

¿Libertad? Cuando los árboles no te permiten ver el bosque ...

 No creo que sea el papel de los escritores el plantearse este tema, debería ser un tema más global de inquietud generalizada. El cuestionamiento de lo que está ocurriendo mientras nosotros asistimos empanados y aturdidos ante esta avalancha de desinformación  por todos los medios y canales. Quizá haya que pegar un salto, mirar más allá del de enfrente y ver a la muchedumbre y su horizonte. ¿A dónde van las decisiones que se están tomando? ¿Nos estamos enterando de todo? Siempre hay pequeños obstáculos para entretenernos pero lo relevante son los que se ponen detrás mientras nosotros nos pegamos con los cantos ...  Y esto sucede porque el humo, los cantos, los árboles NO te dejan ver el bosque ni qué ocurre y más allá. Algo que dentro de un ecosistema te afecta igual lo veas o no. 

¿Dónde estamos?


lunes, 24 de mayo de 2021

Esfumato


Solo contaba con unos minutos para esbozar un retrato. Los ojos se le estaban cayendo como cucharones de sopa desbordados. A los costados de su boca dos líneas marginales se deprimian, en la nariz no quiso ni pensar, la eludió por no oler los últimos instantes de un rostro que le sonaba. ¡Era ella! ¿Era ella? ¿Ella era esa? 
-Rinnnnnnnnnn 
- Bien, ahora nos contarán a quién han retratado.
 Cuando llegó su turno se tocó la cara como si quisiera reconocerse, luego pasó la mano sobre la silueta del lienzo maquinalmente... 
Silencio.
 La pintura estaba húmeda y su piel contenía ya los mismos colores que el cuadro.
 -Adela ¿A quien has retratado?
 La anciana hizo un mohín como en su niñez y respondió: 
- No sé, no sé está señora quién es.


viernes, 26 de febrero de 2021

Bastet y la escribidora

La noche maullaba entre las rejas ardientes de la vieja ciudad. -¿Dos mil años? Eso no es nada -murmuró una voz zigurat-. A veces ocurría que me despertaba para poblar un paisaje en el horizonte del papel, al segundo ella ya me estaba corrigiendo, perfilando. ¡Se levantaba sombría del lecho solo por ese placer! Confieso que en algún momento la odié, ¡Pero es tan escurridiza!  Sabe esconderse tan bien ... Y siempre me acecha en umbría, por detrás, por detrás, por ... detrás. Enero 2021

jueves, 25 de febrero de 2021

Nueva Partida

2 ¡Nueva partida! -¡Sin flash, Benitez, sin flash! - repitió el sargento pero ya era tarde. El cabo nos colocó frente a la pared rectos como espátulas- ¡Levanta la cabeza! ¡Levanta la cabeza he dicho!-. Por fin el cabezón de Nando enseñó su rictus de ojos y por supuesto; el flash nos noqueó. Salimos con los ojos cerrados igual que dos muertos. Finalmente nos repitieron las fotos, pero en comisaría nada se tira; todas las variantes acabaron en el mismo fichero de diligencias de detención policial. Recuerdo como si fuera hoy la sala de interrogatorios: un cubículo estrecho, parco en mobiliario, de luz abrasadora. Se abrió la puerta y la silueta de esa mujer irrumpió sin decir nada, ni siquiera atravesó el dintel. Sentado tras la mesa sentí mi pierna temblar mientras el filo de sus ojos diseccionaba mis remordimientos. Poco después apareció la imagen en la prensa; ambos tumbados en el suelo, enormemente pálidos, con los ojos sellados. Así fue cómo comencé a trabajar para la Reina.

Goya el 16 de abril

Vuelve de nuevo "El sueño de la razón produce monstruos" Desde que lo descubrí me fascinó por ese lenguaje tan periodíst...